La selección de temas fue de lo más precisa posible, seleccionando hits de casi todos sus álbums. Además, por si era poco que una parte de Hefner decidiera volver a sus andadas, Darren decidió rodearse de varios discípulos de The Wave Pictures en la batería y el bajo.
La cercanía del grupo y la idoneidad del lugar, rodeados de palmeras, hacía que al acabar el concierto quisieras asaltar la improvisada mesa de terraza Estrella Damm en busca de preciosos tesoros. Como era de esperar, indumentarias varias ya habían sido adquiridas por inmerecidas manos, dejando en la mesa de operaciones joyas como una edición limitada de The Fidelity Wars. Suerte tenemos de los popis.
Personalmente, poder dar la mano a un sex symbol internacional es todo un Honor. Más aun cuando ves como ídolos nacionales, llamémosles Los J, repudian a sus seguidores nada más acabar su actuación. Otro dia publicamos la lista de bandas que deberían separarse antes que su mierda actual tape lo que eran en el pasado. Si no lo decía explotaba.
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